Feminicidio: las palabras cuentan

Feminicidios: las palabras cuentan, publicado originalmente en Ibero909, marzo 24

Este mes iba a escribir (a petición de Mitch de #T909) sobre las Guerrilla Girls. Pero hay temas urgentes: tenemos que hablar de feminicidios.

Primero lo más importante, nombrémosla: se llamaba Yesica Celene Hernández Mujica, tenía 28 años y un hijito de tres años.

¿Cómo era su vida? Vivía con su familia, en sus tiempos libres paseaba con su hijo. Cumplía jornadas de 10 horas diarias en una zapatería en Reforma 222 y solo tenía un día de descanso a la semana, su asesinato es un feminicidio. (Melissa Amezcua escribe sobre ella en Buzzfeed.

2.¿Por qué feminicidio y no hombricidio? ¿Todos los asesinatos de mujeres son feminicidios? No, no todos los asesinatos de mujeres son un feminicidio. Lo son cuando su género es motivo del crimen. Pictoline nos ofrece una práctica infografía: http://pictoline.com/9861-que-es-el-feminicidio-y-como-se-identifica-segun-el-codigo-penal-en-mexico/

¿Cómo saberlo? (En Buzzfeed, Mireya González Hizo una nota muy útil)

Cuando la víctima presenta violencia sexual.

Si existen antecedentes de violencia en su ámbito laboral, escolar o familiar por parte del asesino.

Cuando haya sufrido lesiones o mutilaciones.

Cuando la víctima y el asesino hayan tenido alguna relación afectiva, romántica o de confianza.

Si por parte del agresor la víctima sufrió: acoso, lesiones, amenazas.

Si la víctima fue incomunicada.

Si el cuerpo de la víctima fue expuesto después del feminicidio en un lugar público.

3. Entonces no: un asesinato de una mujer no es automáticamente un feminicidio; por ejemplo, si en un asalto a una mujer por robarle la matan, es un homicidio. Es importante la diferenciación, entre otras cosas, también afecta en la condena. Además, llamar a las violencias por su nombre permite conocerlas, estudiarlas y prevenirlas.

4. En el caso de Yesica, el asesino fue su ex pareja -padre de su hijo- quien además, dijo que la mataba «por puta».

5. Los medios de comunicación tienen un papel importante a la hora de dar las noticias: llamarlo “crimen pasional” es un error grave. Es importante nombrar las cosas como son: una siente pasión por la danza, por pintar, por dar clases, por aprender matemáticas… asesinar no es una pasión, es decidir sobre la vida de alguien, es un crimen con repercusiones en la vida de la víctima y de quienes la rodean -en el caso de Yesica, por ejemplo, un niño de tres años perdió a su mamá-.

6. Si no se sienten cómodos con la palabra feminicidio (regresen al punto 2 y vean el apartado d, recuerden que la mató su ex pareja y dijo que fue “por puta”), AL MENOS tengan la decencia de no llamarle a un asesinato “crimen pasional.” Eso es una excusa y también un eufemismo, usar esa frase es ser cómplice de una cultura feminicida.

7. ¿Pero por qué dicen feminicidio y no hombricidio… QUÉ LOS HOMBRES NO CUENTAN?

Cuando escucho esto pierdo un poco de fe en la humanidad, luego respiro y me dan ganas de pasarles este artículo de Estefanía Vela http://www.eluniversal.com.mx/blogs/estefania-vela-barba/2016/11/24/y-la-violencia-en-contra-de-los-hombres-que y no repetir nada más, con esto basta. Pero por si las dudas, repitamos algunos puntos:

-Sí, en efecto, matan a muchos más hombres que a mujeres.

-Sí, todas las vidas importan igual. Lo que hay que preguntarse por qué matan a las mujeres, dónde y cómo y qué relación tiene eso con su género. ¿Cómo son asesinadas las mujeres?

-Hay gran desproporción entre los asesinatos de mujeres y el lugar de los hechos: a los hombres en el espacio público en su mayoría, a las mujeres en su hogar.

-En el caso de las mujeres también es mayor la proporción de asesinatos entre las menores de 14 y las mayores de 65 (a diferencia de los hombres que en su mayoría les matan entre los 14 y 65).

-La mayoría de los hombres les matan con armas de fuego, a las mujeres las ahorcan, acuchillan, golpean, envenenan, ahogan.

Ps. #NefertitiYGrecia

Este 24 se convoca una velada por el asesinato de dos adolescentes en Veracruz, en un video se muestra a un presunto policía perpetrando el crimen. Es importante resaltar que el tratamiento que le dio la prensa al caso de estas niñas es revictimizate (que si tenían tatuajes, que si no estudiaban, que si “eran crimínales”… recuerda por mucho a cómo se trató el feminicidio de Lesvy Berlín Osorio).

Fotografías de Nora Hinojo @MorasFurthur